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Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad



Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad. Es un hecho. Tan rotundo como que en esta vida se puede ser de todo menos un coñazo. Estoy rodeada de muertos en potencia, pero ellos no lo saben. Incluso parecen felices. Puede que lo sean, con sus pantallas de ordenador inertes al paso del tiempo plasmado en el polvo que encapota su techo. Supongo que en sus inicios tenían sueños, anhelos, esperanzas. Nadie quiere acabar en una ratonera. O quizás sí. Bendita ingenuidad pasiva vestida de bienestar social. Uno, dos, tres hijos. Actividades extraescolares. Partidos de futbito. Adiós al individualismo. Altruismo embozado en progreso o de sentencia de dictatorial estatus. Status Quo socio familiar. Pensándolo bien, no deben tener mucho tiempo apreciar ciertos matices de la vida. Mejor para ellos. Status Quo familiar que les otorga celestial ceguera o unas gafas para no ver.


Y mientras yo me doblego en un estado tan etílico como la esperanza. Al fin y al cabo cual es la línea que me separa de un creyente. Toda mi vida cuestionándoles la existencia de un Dios. Y ya ves, vivo doblegada por la esperanza. No somos tan distintos. Un rostro sin desmaquillar, así es la fé. Dicen que mueve montañas, lo que realmente mueve es la esperanza. Desde hoy crearé mi propia religión. Pero qué digo. La medida de los sueños no es aplicable a la vida y suena El hombre que casi conoció a Michi Panero y me dan ganas de hacer cosas grandes. Enormes. Pero tengo las pezuñas atrapadas en esta ratonera, aunque mi mente se encuentre a años luz de ella, cierta parte se pudre entre el serrín de la jaula. No veo esas ruedas ni laberintos para ratones, en su lugar, material de oficina, computadoras e impresoras.


Quién tiene un objetivo y está dispuesto a luchar contra todo y contra todos. No necesito mesías. Tampoco que me hablen de eternidad. Ni de cielos e infiernos. No sé rezar. De pequeña sí. Supongo que la (devoción ) de mamá puso alguna semilla en mí. No hice la comunión por los regalos. Siempre tan fiel a mis principios. Y qué son los principios sin finales. Me dais pena. Realmente no, vuestro conformismo me produce cierta envidia, pero ninguna curiosidad. FIN-

"Y casi conocí en una ocasión a Michi Panero, y es bastante más de lo que jamás soñaríais en mil vidas."

https://www.youtube.com/watch?v=cfl8OyjIUiQ


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