INSUFRIBLE

Todo en ella es falso. Empezando por esa sonrisa que enmascara un monstruo. Tras su fachada de niña bien, se esconde una familia con muchos fantasmas reaccionarios. La observo como teclea en su despacho con tal prepotencia que parece creer estar escribiendo el Decamerón (aunque probablemente ni sepa que es) -creo que hasta hace más ruido al teclear para hacerse la importanciosa-. Estoy segura que todos recordáis a la típica niña repelente que en clase de inglés se empeñaba en dejar por los suelos a sus compañeros con una pronunciación tan pedante como vomitiva. Así es ella. Aunque sobrepasando los niveles de la presunción. Cada vez que hace una llamada al extranjero sus cuerdas vocales provocan tal estruendo que se escucha en toda la oficina. Su afán por acaparar miradas es tal que no duda en pisotear a todo animal, persona o cosa, que le es posible.

Tras su pose de niña bien logra engañar a ciertos intelectos no demasiado desarrollados; la típica persona insufrible que no te gustaría cruzarte en tu comunidad de vecinos y MUCHO MENOS EN TU TRABAJO. Da igual sus quehaceres, siempre tratará de inmiscuirse en los tuyos para sacar la puntilla a cualquier maldito tema que no es de su incunbencia -y que tan siquiera controla-.

Si hay algo que me repugna en las personas es el mal gusto. Y algo peor: jactarse de creerse en posesión de él. Sus gustos son tan banales que me recuerdan a los de los nuevos ricos: ¿Qué puede haber peor que darle a la ordinariez un fajo de billetes?.

Doña metomentodo es cruel. Me recuerda a las malas de las películas de Disney. Da igual lo que hagas, que siempre va a estar mal.

En la foto de empresa siempre aparecerá en el centro, sin el uniforme pertinente y unos tacones que le harán sentirse toda una Pop Star.

Con la frialdad como bandera y la sonrisa taladrada en sus encías es la típica que sabe lo que quiere. Y con lo que quiere me refiero a 'enganchar' al hijo del jefe. ¿Coincidencia? Un paso más en su carrera hacia la 'fama', ¡BRAVO!

Una veintitantosañera -que más bien roza la treintena- con una mentalidad arcaica para juzgar con quien ha de juntarse personas de su familia, que todavía vive en casa de papá y mamá para... digamos que... ahorrrar y convertirse en una señora feudal con mil vasallos (vale, se me acaba de ir la pinza).

Una trepa en toda regla que sabe muy bien como fingir ser la perfecta novia, empleada y amiga. Y por supuesto, una estupenda actriz en el arte de la manipulación.

Lo peor de este tipo de personas es que siempre acaban consiguiendo lo que quieren, aunque sus ambiciones me parezcan tan vacuas como ella misma.